Semana 8 (del 25 al 31 de marzo): Practicum IES Victoria Kent
La octava semana supone el final del contacto con los alumnos del instituto. Y aunque ha sido corta, ha resultado muy enriquecedora, tanto desde el punto de vista personal como de aprendiz de profesor.
Dentro de las actividades organizadas por el coordinador de prácticas, esta semana asistimos a un claustro de profesores. Se analizaron diversos temas, pero lo más interesante fue el análisis de los resultados de la evaluación por cursos. Me sigue resultando sorprendente el alto grado de alumnos que suspenden 5 asignaturas o más.
Pero lo más interesante ha sido desde el punto de vista docente. El lunes tuvimos el examen con los pupilos de 1º de ESO. El primer examen que confeccionaba yo personalmente, y tenía muchas ganas de averiguar si los alumnos serían capaces de demostrar lo aprendido.
Para corregirlo primero opté por seleccionar a dos de los alumnos que pensaba que podrían haberlo hecho mejor. Y a partir de ellos seguí con el resto. Los resultado cumplieron mis expectativas, ya que consiguieron mejorar los resultados de la Unidad que habían hecho anteriormente. De los 18 presentados, solo 4 no lograron alcanzar el aprobado, y otros 4 completaron el examen de forma excelente obteniendo un sobresaliente. Me sorprendió uno de los cuatro, ya que no me había percatado de que dominaba tan bien la asignatura.
También tuve que corregir sus cuadernos de clase, para evaluar su trabajo. Y por último les califiqué su actitud en función del comportamiento que habían tenido en clase. Para ambos disponía de una rúbrica muy detallada que seguían en el departamento.
El último día corregimos el examen en la pizarra para que vieran donde podían haber mejorado. Entregamos los exámenes para que lo vieran, y dimos las notas. Les llevé, para despedirme y agradecerles los buenos que habían sido, unas pequeñas golosinas. Y para finalizar les pedí que, al igual que yo les había evaluado, ahora fueran ellos los que me dijeran en que podía mejorar como profesor. Y aunque por el cariño que me han cogido, al principio dijeron que todo había sido estupendo, finalmente conseguí arrancarles tres buenos consejos:
1. Que aunque pregunte si hay algo que no han entendido, y nadie diga nada, siempre hay algunos que tienen dudas y no lo dicen por vergüenza.
2. Que debo buscar un equilibrio entre ser bueno y duro, en función de los momentos.
3. Que les gustaría hacer más juegos para aprender de forma divertida.
En líneas generales ha sido una clase muy buena, los voy a echar de menos. Y sobre todo, no puedo dejar de agradecer a Maribel toda la dedicación que me ha prestado durante las 8 semanas que he estado a su lado. Creo que he aprendido muchísimo de ella, y estoy absolutamente agradecido por haber tenido la suerte de tenerla como tutora de prácticas.
A la jornada de despedida con Tomás (el coordinador) no podré asistir, ya que justo el día 10 de abril tengo una operación de rodilla. Pero sin duda, la gestión de las prácticas de los alumnos que hemos estado en el IES Victoria Kent ha sido inmejorable, y nos llevamos una visión completísima del funcionamiento de todo el centro. Es sin duda un aprendizaje mucho más significativo que leer todo en un temario, que acaba olvidándose a las pocas semanas de haberlo estudiado.
Esta experiencia me ha quitado las pocas dudas que podía tener sobre que ser profesor de matemáticas es mi vocación, así que lucharé por conseguirlo.
Dentro de las actividades organizadas por el coordinador de prácticas, esta semana asistimos a un claustro de profesores. Se analizaron diversos temas, pero lo más interesante fue el análisis de los resultados de la evaluación por cursos. Me sigue resultando sorprendente el alto grado de alumnos que suspenden 5 asignaturas o más.
Pero lo más interesante ha sido desde el punto de vista docente. El lunes tuvimos el examen con los pupilos de 1º de ESO. El primer examen que confeccionaba yo personalmente, y tenía muchas ganas de averiguar si los alumnos serían capaces de demostrar lo aprendido.
Para corregirlo primero opté por seleccionar a dos de los alumnos que pensaba que podrían haberlo hecho mejor. Y a partir de ellos seguí con el resto. Los resultado cumplieron mis expectativas, ya que consiguieron mejorar los resultados de la Unidad que habían hecho anteriormente. De los 18 presentados, solo 4 no lograron alcanzar el aprobado, y otros 4 completaron el examen de forma excelente obteniendo un sobresaliente. Me sorprendió uno de los cuatro, ya que no me había percatado de que dominaba tan bien la asignatura.
También tuve que corregir sus cuadernos de clase, para evaluar su trabajo. Y por último les califiqué su actitud en función del comportamiento que habían tenido en clase. Para ambos disponía de una rúbrica muy detallada que seguían en el departamento.
El último día corregimos el examen en la pizarra para que vieran donde podían haber mejorado. Entregamos los exámenes para que lo vieran, y dimos las notas. Les llevé, para despedirme y agradecerles los buenos que habían sido, unas pequeñas golosinas. Y para finalizar les pedí que, al igual que yo les había evaluado, ahora fueran ellos los que me dijeran en que podía mejorar como profesor. Y aunque por el cariño que me han cogido, al principio dijeron que todo había sido estupendo, finalmente conseguí arrancarles tres buenos consejos:
1. Que aunque pregunte si hay algo que no han entendido, y nadie diga nada, siempre hay algunos que tienen dudas y no lo dicen por vergüenza.
2. Que debo buscar un equilibrio entre ser bueno y duro, en función de los momentos.
3. Que les gustaría hacer más juegos para aprender de forma divertida.
En líneas generales ha sido una clase muy buena, los voy a echar de menos. Y sobre todo, no puedo dejar de agradecer a Maribel toda la dedicación que me ha prestado durante las 8 semanas que he estado a su lado. Creo que he aprendido muchísimo de ella, y estoy absolutamente agradecido por haber tenido la suerte de tenerla como tutora de prácticas.
A la jornada de despedida con Tomás (el coordinador) no podré asistir, ya que justo el día 10 de abril tengo una operación de rodilla. Pero sin duda, la gestión de las prácticas de los alumnos que hemos estado en el IES Victoria Kent ha sido inmejorable, y nos llevamos una visión completísima del funcionamiento de todo el centro. Es sin duda un aprendizaje mucho más significativo que leer todo en un temario, que acaba olvidándose a las pocas semanas de haberlo estudiado.
Esta experiencia me ha quitado las pocas dudas que podía tener sobre que ser profesor de matemáticas es mi vocación, así que lucharé por conseguirlo.
¡¡¡GRACIAS IES VICTORIA KENT!!!
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